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Commentary
La Naci贸n (Costa Rica)

Erdogan Desafiante

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha desafiado con furia la decisi贸n del Parlamento Europeo de congelar sus negociaciones para el ingreso de su pa铆s al concierto del Viejo Mundo. Las iras de Erdogan no sorprendieron, pues adornan buena parte de su larga estad铆a en el centro del poder turco, empezando con una serie de cargos oficiales en los a帽os 90 y su nombramiento de primer ministro en el 2003.

Recordemos que en el 2014, Erdogan retir贸 al presidente de turno para que 茅l, hasta entonces primer ministro y due帽o del poder, ascendiera a la presidencia. En julio, derrot贸 un golpe (seg煤n muchos un autogolpe), a ra铆z del cual desat贸 una vendetta contra sus enemigos reales o inventados que ha dejado cesantes a decenas de miles de empleados p煤blicos, enviado a prisi贸n a muchos de ellos, adem谩s de purgar las Fuerzas Armadas.

Este brev铆simo cronograma pol铆tico de Erdogan encierra la infinidad de atropellos que ha perpetrado, haciendo y deshaciendo leyes, convenios y hasta tratados, am茅n de las humillaciones que con generosidad reparte entre sus subordinados. Mas, para hacerle justicia, s铆 ha cumplido a carta cabal su compromiso de encauzar el flujo de migrantes que llegan a Turqu铆a a campamentos en los bordes fronterizos. Sin deshacernos en detalles, Turqu铆a tiene en sus manos la compuerta de paso para torrentes de migrantes que ambicionan llegar a las naciones de la Uni贸n Europea (UE) para rehacer sus vidas.

El jueves pasado, como antes se帽alamos, el Parlamento Europeo resolvi贸 congelar las conversaciones que por largos meses ha mantenido con Turqu铆a para acceder a la Uni贸n con plena membrec铆a. N贸tese que Turqu铆a es miembro de la OTAN, pero el cambio ambicionado por Erdogan en la UE resultar铆a en eliminar el requisito de pasaportes y visas a nacionales turcos para recorrer Europa. Pero fue la amenaza de reinstaurar la pena de muerte, proferida por el mandatario turco, lo que sell贸 la decisi贸n del Parlamento.

Erdogan no est谩 contento. 脡l ansiaba m谩s, much铆simo m谩s. El aspiraba a pavonearse como uno de los grandes se帽orones con los cuales frecuentemente se codea. De ah铆 que haya recibido la noticia del voto del Parlamento Europeo como una ama帽ada cuchillada en la espalda.

Y as铆, Erdogan de nuevo est谩 pose铆do por el viejo impulso de la furia. Por lo menos, as铆 lo retrata la prensa al informar sobre sus constantes rabietas y su promesa de liquidar a los presuntos confabulados en el fallido golpe (o autogolpe). A ver qu茅 har谩 ahora, cuando el mundo se sonr铆e al escuchar su nombre.