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Commentary
La Naci贸n (Costa Rica)

El Camino a la Casa Blanca

En la actual competencia por la presidencia de Estados Unidos, las llaves de la Casa Blanca pasan, indiscutiblemente, por la econom铆a. Por eso, tanto el presidente Barack Obama como su contendiente republicano, Mitt Romney, se esfuerzan por mostrarse como la mejor alternativa para resolver los problemas de la mayor econom铆a del planeta.

Sin embargo, faltando pocos meses para acudir a las urnas, una encuesta realizada para la agencia de noticias Associated Press (AP), destaca que un poco m谩s de la mitad de los electores consideran que la designaci贸n del nuevo presidente, no importa quien gane, tendr谩 poco o "ning煤n impacto" sobre la econom铆a durante el 2013 (el 48% dice que s铆 tendr铆a "gran" o "mucho impacto"). Asimismo, la mayor铆a (55%) concuerda en que el nuevo presidente correr铆a la misma suerte en cuanto al d茅ficit presupuestario.

El nivel de confianza en el electorado es a煤n menor respecto a lo que podr铆a ocurrir con el empleo, la mayor de sus preocupaciones actuales. Dos tercios esperan que la desocupaci贸n laboral se quede en su nivel actual, pero podr铆a empeorar posteriormente.

De ah铆 deriva una gran paradoja de la actual campa帽a electoral de Estados Unidos. Por un lado, los candidatos presidenciales ofrecen crear los empleos de los que dependen millones de familias. Por otro, las empresas manufactureras no logran reclutar personal id贸neo para cientos de miles de puestos de trabajo vacantes por largos periodos.

No sorprende, entonces, que el electorado se muestre pesimista pues no entiende c贸mo podr铆an los postulantes concretar sus promesas econ贸micas.

Menor impulso. En este sentido, un reciente estudio de la Organizaci贸n para la Cooperaci贸n y el Desarrollo Econ贸mico (OCDE) advierte de que Estados Unidos est谩 empezando a ceder su posici贸n de vanguardia en cuanto a innovaci贸n. Su productividad crece todav铆a a tasas mayores que en la mayor铆a de pa铆ses de la OCDE, pero ese crecimiento es menor que en los a帽os setenta.

La OCDE tambi茅n enciende luces de advertencia sobre la educaci贸n estadounidense, apreciaci贸n relacionada directamente con la disminuci贸n de dinamismo econ贸mico. En particular, el organismo destaca rezagos en la preparaci贸n de trabajadores para que puedan adaptarse con 茅xito a los acelerados cambios tecnol贸gicos. Por ejemplo, en materia de educaci贸n superior, un estancamiento en las 煤ltimas tres d茅cadas ha llevado a que veintid贸s pa铆ses de los treinta que conforman la OCDE cuenten entre su fuerza laboral joven (25 a 34 a帽os) con m谩s graduados en ciencias y tecnolog铆as que los Estados Unidos.

El estudio destaca que para mantener su posici贸n como la econom铆a m谩s din谩mica y productiva del mundo, Estados Unidos debe fomentar la innovaci贸n con m谩s fuerza e impulsar un mayor y m谩s equitativo acceso a la educaci贸n superior. Una de las recomendaciones del informe es trabajar desde la educaci贸n secundaria para mejorar el acceso a la formaci贸n de calidad y elevar la cantidad de graduados en ciencias, ingenier铆as, matem谩ticas y tecnolog铆as.

Adem谩s, sugiere la implementaci贸n de programas m谩s activos que faciliten la b煤squeda de empleos, pero, sobre todo, que orienten a los individuos en procura de un reentrenamiento para el trabajo. A su vez, deber谩n alentar cerrar la brecha entre las habilidades de quienes buscan un empleo y las que requieren las actividades m谩s din谩micas y competitivas.

Profundizar en medidas como las se帽aladas, tendr铆a mayor impacto sobre la capacidad de reinserci贸n al mercado laboral de aquellas personas que perdieron su trabajo durante la 煤ltima recesi贸n y que a煤n no han podido reubicarse. Esto, indica, es un complemento indispensable para los programas de beneficios y seguros por desempleo, que se vuelven insostenibles e ineficaces cuando esta situaci贸n se torna cr贸nica.

Asimismo, dichos programas de reinserci贸n laboral ayudar铆an a detener y revertir la desigualdad en la distribuci贸n del ingreso en ese pa铆s. Esta disparidad se ensanch贸 en las 煤ltimas d茅cadas justamente por un aumento en las destrezas requeridas por los puestos de trabajo, incluso en la manufactura, y un desproporcionado incremento de los ingresos en favor de la 茅lite de la fuerza laboral. La soluci贸n, claro est谩, radica en apoyar a los trabajadores que se han rezagado para que puedan adquirir m谩s capacidad y aumenten su empleabilidad y nivel de ingreso.

De no actuarse en esas l铆neas, la econom铆a estadounidense perder铆a competitividad y tendr铆a menor capacidad para generar m谩s empleos, particularmente en aquellas 谩reas intensivas en destrezas y conocimientos altamente remunerados. Esto, a su vez, socavar铆a la capacidad de crecimiento en el mediano y largo plazos del aparato productivo. De hecho, es lo que se insin煤a en la pesimista visi贸n de los electores sobre el futuro econ贸mico.

El hecho de que una mayor铆a de estadounidenses crean que su decisi贸n con respecto a qui茅n debe ser el presidente no tendr谩 mayor impacto en las variables econ贸micas, constituye una campanada para ambos candidatos y no solo por sus implicaciones electorales.

Al fin y al cabo, el pr贸ximo presidente estadounidense asumir谩 el reto de conducir una econom铆a con una recuperaci贸n a煤n fr谩gil (2,4% y 2,6% de crecimiento en 2012 y 2013, seg煤n OCDE), en un peligroso entorno de inestabilidad econ贸mica internacional.

Preservar y aumentar la competitividad de la econom铆a estadounidense de corto y mediano plazos, ser谩 un elemento crucial de su tarea. Y dado el estado de la econom铆a mundial, resulta crucial para el bienestar de todos que tanto los electores como el elegido acierten en sus decisiones.